Olvidémonos de los radiadores blancos y sin personalidad. Demos una oportunidad a los colores, y animémonos con uno rosa, como este que hemos lacado.
Ademas de dejar los radiadores en blanco, existen una infinidad de variaciones para ellos. Los podemos fundir con los colores de cada habitación, o lacarlos de un color que genere contraste o resalte el color de las paredes.
En está ocasión hemos tenido la oportunidad de lacarlos en este rosa tan llamativo y alegre a la vez. Al lacarlos en cabina a pistola, la superficie queda completamente lisa.
Una de las múltiples ventajas que tiene lacar en cabina a pistola, es que llegar a toda la superficie, de manera regular y uniforme.
¿Que os ha parecido? ¿Bonito verdad?